8 de agosto de 2010

Cambados, carrera al sprint.

Durante mis vacaciones y para llegar en forma a las carreras madrileñas de septiembre decidí llevarme la bici y probar suerte en alguna carrera por tierras gallegas. La primera oportunidad se nos presentaba en Cambados, en la XLII edición del gran premio fiestas del Albariño puntuable para la copa diputación de Pontevedra.
La carrera se disputaba en un circuito completamente llano de mil cien metros a la orilla del mar. El día soleado, muy caluroso y sin nada de viento. Antes que nosotros compiten las categorías inferiores por lo que hay que calentar fuera del circuito. No fue difícil encontrar un espacio adecuado. El speaker anuncia que los cadetes disputaremos 15 vueltas, un sprint. Alevines, infantiles, cadetes, juniors, élite y sub-23 son muchas carreras en una misma mañana, no da tiempo a más.


Circuito ideal para estrenar las ruedas de perfil

Tres días antes de la carrera me caí en las escaleras de casa lesionándome el anular de la mano izquierda, el día anterior no estaba nada convencido de poder correr pero después de probar a rodar un poco mi malvado y explotador padre me obligó a ir. El vendaje de mi médico deportivo (gracias, mamá) me permitió correr sin apenas dolor aunque sólo podía frenar con un dedo.


Cuarenta y nueve chicos y chicas tomamos la salida, estaban presentes casi todos los integrantes de la selección gallega que ganó la contrarreloj y tan buen papel hizo en la etapa en línea de Torrejón. En la primera vuelta anduve bastante dormido, tanto que el primer paso por meta lo hice el penúltimo de un grupo estiradísimo, se salió literalmente al sprint. Durante la segunda y tercera vuelta remonté posiciones lo más rápido que pude salvando los primeros cortes pero antes de alcanzar la cabeza ya se ha formado el grupo que llegará a meta.


Primeros ataques en el grupo de cabeza

En la cuarta vuelta alcanzo al segundo grupo formado por siete corredores y me tomo un pequeño descanso a su rueda para lanzar un ataque justo antes de iniciarse la quinta vuelta. A mi rueda sólo consigue saltar Alexandre Rodríguez, del Renault Caeiro. Por suerte pronto hay entendimiento con él y los dos haremos las diez vueltas restantes a relevos alcanzando y dejando atrás a un par de descolgados del grupo delantero y sin permitir que nos den caza nuestros seis perseguidores. En un circuito tan corto bastante fue conseguir que el grupo delantero no nos doblase siendo dos contra diecisiete.




Momento de mi ataque en el segundo grupo


En meta se impuso Daniel López al sprint. Por mi parte intenté ponerme a rueda y dejar a mi compañero la responsabilidad en la última vuelta, lancé primero el sprint pero él respondió inmediatamente y no pude remontarle. Puesto diecinueve para mí.


Entrada en meta para Alexandre y para mi

Para haber sido sólo dieciséis kilómetros, la carrera se me ha hecho muy larga por el altísimo ritmo. He acabado con 193 pulsaciones por minuto ¡de media!

No quiero despedirme sin agradecer a Luis Mª y a Sisi su presencia y su ánimo.

El jueves correré en La Guardia en un circuito muy similar. Con el dedo en mejores condiciones intentaré salir a morder desde el principio.

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2 comentarios:

  1. 193 de media!! Es lo que tienen las carreras rápidas, explosivas y cortas. El año pasado en Vicálvaro yo saqué 190 de media. Agónico ¿eh?
    Bueno, otro buen resultado, aunque mejorable si no te hubiesen pillado a por uvas en las primeras vueltas. Da igual, has hecho un buen papel. A ver que tal en La Guardia. Suerte!!

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  2. ¡Un desfibrilador por Dios! Pero chico!, si eso debe de ser malííííísimo. ¿Dónde esta tu límite?¿lo sabes?

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