Hoy he disputado la que por el momento será mi última carrera con el maillot del C.C. Vicálvaro, el fichaje por Fuenlabrada es un hecho. Por primera vez he participado en la reunión previa con los que van a ser mi director y mis nuevos compañeros.
A las 10:05 se daba la salida neutralizada que nos lleva a hacer un recorrido de 2,5 Km por las calles de Daimiel, calles estrechas, coches en ambas aceras, lo de siempre. Al salir del pueblo se para y se toma la salida real.
Los primeros kilómetros son de buena carretera con sólo alguna rotonda fácil y bien señalizada por los auxiliares de carrera que han hecho un gran trabajo toda la mañana. Yo lucho constantemente por estar en cabeza del pelotón para cuando llegue la primera subida. Se suceden los palos de corredores de distintos equipos.
A la primera subida, el Alto de Siles, entro bien colocado pero al corredor que me precede se le sale la cadena, no puedo superarle por ir rodeado y me hace perder algunas posiciones. De repente el grupo se acelera y es que ya llegamos al premio de la montaña por el que paso sobre el puesto 30. Punto negativo para la organización que no ha señalizado ninguno de los dos premios de la montaña ni con una triste linea adhesiva.
Encaramos la bajada a la que sigue un repecho, el Alto de Los Chozos, al que llego en primera linea pero no se producen movimientos en el grupo. La siguiente bajada nos lleva a Moral de Calatrava con sus calles estrechas, pésimo firme y curvas cerradas de las que nos avisa el público.
Antes de abandonar el pueblo comienza la subida al alto de La Garganta, esta vez no llego bien colocado por lo que me toca ir remontando cortes a rueda de un corredor de Córdoba que también acabará cediendo. Por delante se ha formado una escapada de cinco corredores que se acabará imponiendo en meta, yo corono con el primer grupo, la subida se me ha hecho larga.
Después de la última bajada los corredores de Daimiel se esfuerzan por tirar pero no encuentran ayuda ya que los equipos más fuertes están representados en la escapada.
En resumen ruedo en un grupo de 25 corredores a falta de 15 Km de terreno llano para la meta y marcho a rueda de Ángel del Campo, un gran sprinter. Entonces sucedió la tragedia. A la salida de una rotonda, Ángel se engancha con un corredor de Valdepeñas y caen al suelo, yo atropello al de Parla y salgo volando por encima del manillar, golpeo el asfalto con la cara, el hombro y brazo derecho y la rodilla izquierda. Noto como mi cuerpo frena su inercia arrastrando el lado derecho de mi cara que se calienta y me abrasa.
Además se ven involucrados una chica de Coslada que consigue seguir y otro corredor en el que no pude fijarme. El peor parado ha sido el de Valdepeñas que fue trasladado al hospital de Ciudad Real tras pasar por el Centro de Salud de Daimiel donde coincidió con Ángel del Campo que lleva un fuerte golpe en el codo y conmigo mismo que sólo tengo heridas superficiales aunque el hombro me duele bastante.
Hasta Daimiel me llevó el coche del Fuenlabrada después de ser examinado por el médico de carrera.
Tomaré prestada la frase de Marco Albarrán "El dolor es pasajero pero la gloria es eterna", de la gloria no sé nada, del dolor empiezo a aprender.
Seguramente no corra en Salamanca la semana que viene, lo dejo para Valdepeñas dentro de dos.
bueno estas cosas son asi , lo siento marcos espero que te recuperes pronto y tengas mas suerte en la proxima carrera , saludos marcos
ResponderEliminar¡Ja, ja, ánimo, Marcos, piensa en lo que vas a ligar con tus heridas de guerra! Un abrazo. Nacho
ResponderEliminarBueno Marcos, este es el lado chungo del ciclismo. Ha sido la primera y no será la última. Chapa y pintura como se suele decir. A lamerse las heridas y a estar otra vez como un perro en la próxima dando la cara. Enhorabuena de todas formas y a seguir mostrando lo que vales.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo digo lo de tu amigo Nacho, ¿ y lo q vas a ligar , qué?
ResponderEliminarUn besote y mucho ánimo, campeón
Hola Marcos, una lástima lo que te ha pasado pero son cosas que pasan, no verás a ningún ciclista que se precie de ello que no tenga alguna marca del asfalto, bienvenido al club.
ResponderEliminarTe noto muy entero en tus palabras, me gusta, no te arredras por éstos pequeños contratiempos, se está forjando un futuro ciclista duro.
Un abrazo.
No entiendo esa carita: La ejecución fué perfecta. 9,88 dijeron los jueces. No era fácil el doble tirabuzón en el aire manteniendo el sillín en el entrepierno, ni el tuerque escapular agarrado al manillar, y que decir del doble mortal zigzado con coxis a media vuelta. Y lo mejor, la innovación en la caída: Nada de a pies juntos, sino a pómulo descubierto con rebote de barbilla: SUBLIME.
ResponderEliminarTardaremos en ver una ejecución capaz de mejorar esta gimnasia de "al hueco - me tiro al hueco" (eso espero).